Un síndrome es un conjunto de síntomas y signos que existen a un tiempo y que definen clínicamente una enfermedad. El conjunto de manchas o la mancha única asociada a otras alteraciones constituyen el síndrome macular. Las máculas o manchas pueden presentar colores diferentes y por su origen obedecer a diversas causas. Las máculas pueden ser blancas, rosadas, pardas, violáceas, negras, azules, pero cuando son de color blanco constituyen el síndrome macular hipocrómico.
Así introduce el tema de esta semana la doctora Fernanda Pastrana Fundora, Máster en Ciencias, especialista de segundo grado en Dermatología y jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Pediátrico Docente Juan Manuel Márquez, de Marianao. Es también vicepresidenta de la Sociedad Cubana de esa especialidad.
«Atendiendo a su frecuencia e importancia —dice nuestra entrevistada— mencionaré algunas de las enfermedades que reúne este síndrome», y cita entre ellas la pitiriasis versicolor (wito), pitiriasis alba, vitiligo, la lepra, nevus acrómico y nevus anémicoco (lunares blancos), afecciones genéticas y despigmentaciones residuales (cicatrices).
—¿Qué características muestran esas «manchas blancas»?
—Las características son particulares. La pitiriasis versicolor son manchas blancas, aunque pudieran aparecer de otras tonalidades, de ahí su nombre: versicolor, y el borde es preciso; en la pitiriasis alba los bordes son imprecisos y se manifiestan usualmente en la carita de los niños; en la lepra las manchas pueden ser únicas o múltiples, de bordes definidos o imprecisos, de tamaños diferentes, con trastornos de la sensibilidad o sin ellos, y aparecen en cualquier parte del cuerpo, sin tener en cuenta edad, sexo ni color de la piel. Como se puede apreciar cada afección tiene características propias.
—¿Son enfermedades que en mayor medida se manifiestan en la infancia?
—La pitiriasis alba tiene cierta «predilección» por la infancia, pero las restantes, congénitas o adquiridas, mencionadas con anterioridad pueden observarse en todas las edades.
—¿Las afecciones que tienen su expresión con «manchas blancas» presentan síntomas parecidos?
—Generalmente cada una tiene sus especificidades, pero en ocasiones, como en toda la Dermatología, dolencias diferentes se presentan de formas similares, o una misma enfermedad se aprecia de diversas formas. Unas pican, otras tienen falta de sensibilidadad, algunas pudieran resultar dolorosas y otras simplemente no se acompañan de síntomas.
—¿Hay «manchas blancas» congénitas?
—Sí, pueden estar presentes desde el momento del nacimiento o aparecer en días posteriores, y en estos casos estar asociadas, por ejemplo, a síndromes neurológicos.
—Por su alcance y variedad en su presentación, ¿qué dolencia debe ser la primera en valorarse desde el punto de vista médico?
—La lepra, por la posibilidad de transformar su pronóstico, curarla, si la tratamos tempranamente.
—¿Resulta difícil el establecimiento de un diagnóstico de certeza ante esta encrucijada que los especialistas deben enfrentar?
—En ocasiones resulta bastante difícil diferenciarlas y otras veces el diagnóstico prácticamente nos salta a la vista. También existen equipos que nos ayudan y otras veces nos auxiliamos de los exámenes de laboratorio, pero la clínica (lo que vemos) prevevalece.
—¿Ello es extensivo para las personas adultas?
—Sí. En las personas adultas el comportamiento es similar, pero también cada enfermo padece su propia enfermedad. Existe una frase muy común entre los médicos, y es que no hay enfermedades sino enfermos, porque cada entidad se expresa en las personas según las condiciones particulares de cada cual.
—Bien entendido que la terapéutica estará en dependencia de la causa de la despigmentación. ¿Son curables o al menos controlables?
—Pudiéramos decir que generalmente casi todas son curables, exceptuando las que obedecen a enfermedades genéticas. La pitiriasis versicolor desaparece con diferentes tratamientos, todos efectivos, y aunque tiene tendencia a reaparecer, se desvanece en el momento en que se trata. La pitiriasis alba, que es una de las múltiples formas de expresión de la alergia en la piel y con un comportamiento un tanto caprichoso, puede ser controlada. Los nevus o lunares blancos son definitivos al igual que las cicatrices. Si hablamos de vitiligo, Cuba cuenta con un efectivo e inocuo medicamento, la Melagenina Plus que, en nuestra experiencia, ofrece excelentes resultados.
—El tema sobrepasa en mucho el espacio de nuestra columna. ¿Le quedaría algo esencial por añadir?
—Sí, me gustaría insistir en la necesidad del cuidado de la piel, ya que es la carta de presentación de una persona, y la cobertura de dermatólogos en Cuba permite contar con este valioso recurso humano.