Florida, dic 31._La Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, (CELAC), efectuada en los últimos días en la capital del país, puede considerarse como un triunfo inobjetable de los pueblos de este continente y de sus organizadores, una victoria más para la unidad y la lucha contra el imperialismo norteamericano.
Si en una ocasión se afirmó que tras el triunfo de la Revolución cubana los pueblos de América fueron un poco más libres, hoy con toda justicia puede refrendarse, que tras la Cumbre de la CELAC en La Habana, los pueblos de este continente están más vigentes en el pensamiento y la acción de quienes los dirigen.
La intervención mayoritaria de los presidentes presentes en el evento, ratificaron su disposición de integrarse, buscar formar para el desarrollo de la economía, la disminución de la pobreza, reducir la desigualdad, y establecer políticas que propicien la ampliación de su producto Interno Bruto.
De distintas formas los presidentes o primeros Ministros del área expusieron sus consideraciones sobre los objetivos a materializar, en tales declaraciones es justo reconocer el lenguaje utilizado, la coincidencia de criterios sobre el camino a recorrer, y la valoración concedida a la unidad del continente para concretar tales compromisos.
La Cumbre de la CELAC, mostró cuanto se ha avanzado en la América Latina y el Caribe en los últimos años, el sentido de independencia y de integración presente en cada uno de los Estados, conscientes de que esa es la única forma de enfrentar el futuro y hacer realidad el desarrollo sostenible al cual se aspira.
Una nueva etapa se abre para el continente, aprovechar los avances de estos encuentros y las perspectivas de desarrollo, forman parte ahora del interés , la inteligencia, y la voluntad de los líderes de los pueblos en la consecución de su propio provecho.