Florida, feb. 11 – El trabajo del médico y la enfermera de la familia en el primer nivel de atención de salud, resulta fundamental para el enfrentamiento al fenómeno de la muerte súbita cardiovascular, evento considerado como un azote por el número de fallecimientos que ocasiona cada año en todo el país.
Criterios de varios especialistas coinciden en que sólo el control dispensarizado de la población y la práctica de consultas de seguimiento a los pacientes vulnerables puede lograr la vigilancia y modificación de los factores de riesgo de sufrir un infarto cerebral o del miocardio.
Tanto el policlínico comunitario como la extensa red de consultorios en cada lugar deben jugar su papel como centros de promoción y prevención de salud, enfocados en evitar la progresión de la ateroesclerosis y otros mecanismos de producción de fallas cardiacas, arteriales y coronarias.
La angina de pecho, el infarto del miocardio, y las enfermedades cerebro- vasculares, tributan en las primeras causas de mortalidad en Cuba y constituyen uno de los principales motivos en la aparición de la muerte súbita cardiovascular.(Pedro Pablo Sáez/Radio Florida)