El fenómeno masivo de acceso a diferentes materiales audiovisuales, foráneos fundamentalmente, adquiridos y multiplicados por distintas vías no institucionales con criterios de selección poco acertados la mayoría de las veces, pueden minar poco apoco los fundamentos de la cultura y el gusto estético formados por la Revolución y los principios del socialismo en nuestro pueblo.
Esa amenaza merece ser reflexionada con urgencia y objetividad desde todas sus aristas, con la certeza de que también por esa vía nos estamos jugando la continuidad del sistema político-social cubano.