EDITORIAL
¡VIVA CUBA LIBRE!… es la frase que se escucha, conciente y rotunda en cada uno de los rincones de este archipiélago rebelde, solidario, humanista, seguro de su destino y partidaria de la paz, la dignidad del hombre y el derecho de todas las naciones del mundo a construir su propio destino sin injerencias o presiones externas.
Multiplicada por nuestros mambises en el siglo XVIIII, esa consigna cargada de simbolismo, nos acompañó en cada batalla por la independencia de la Patria hasta alcanzar la plena soberanía, y se integró para siempre en la ideología política del cubano a partir del Primero de enero de 1959, una jornada gloriosa que significa y sintetiza el triunfo definitivo de la justicia para todos los que vivimos en esta tierra.
Si hoy, a 57 años de aquella alborada contamos con dignidad, independencia y respeto del resto de las naciones del planeta, lo debemos a los miles de compatriotas que nos antecedieron y murieron en la lucha contra el coloniaje y el neocoloniaje, sin pedir nada a cambio.
Se lo debemos a este pueblo heroico y solidario, que da muestras diarias de apoyo a su Revolución, al Socialismo, a Fidel y a Raúl.
Arribamos a un nuevo período donde los peligros siguen latentes pese a los cantos de sirena que nos llegan allende los mares.
El inicio de la normalización de relaciones diplomáticas con el gobierno de los Estados Unidos no puede ni debe significar jamás el desmonte de nuestra resistencia, ni el abandono de los principios que impidieron durante 57 años la destrucción de nuestro Socialismo por parte de lo peor de la misma nación que hoy dice tendernos la mano sin segundas intenciones.
Fidel lo alertó, y esta debe ser una convicción del presente y del futuro: “Aún cuando Cuba y los Estados Unidos logren relaciones aparentemente normales, seguiremos luchando y seguiremos resistiendo”. Que hable Antonio Maceo, ese Titán que al decir de José Martí tenía tanta fuerza en la mente como en el brazo y aseguró que “Es preferible subir o caer por nosotros mismos que contraer deudas de gratitud con un vecino tan poderoso”.
Nos toca ahora fortalecer en grado superlativo la unidad en torno a la dirección del Estado y del Gobierno; avanzar mejor en las tareas de la economía, la defensa, el beneficio social y la protección de la ciudadanía contra el vicio, el desinterés, el individualismo, la corrupción, el desenfreno consumista, el delito y las ilegalidades.
Precisamente en la introducción y supervivencia de estos males reside hoy la esperanza del imperialismo para destruirnos desde adentro. Seamos capaces de leer la realidad que viven ahora mismo naciones hermanas como Venezuela, Argentina o Brasil, por solo citar tres ejemplos de lo que son capaces aquellos que no se conformarían nunca con ver felices y empoderados a los más pobres.
¿Preguntémosno por qué se mantiene el Bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, cuando pudiera ser eliminado de inmediato por el Congreso de Estados Unidos, o al menos vaciado de su contenido por el Presidente Barack Obama?
¿Preguntémosno por qué 8 000 compatriotas siguen varados en Costa Rica, cuando existen acuerdos migratorios que debieran ser respetados y cumplidos, y que evitarían situaciones de ese tipo para los cubanos?… ¿Qué se trama contra nosotros, escondido entre los pasillos oscuros del Capitolio y la Casa Blanca?
Fueron la conjunción de la intransigencia revolucionaria, el amor a la Patria, la solidaridad mundial y la firme condición de cubanos, lo que hizo posible el regreso de nuestros Cinco Héroes al mismo suelo que defendieron contra el terrorismo, y al cual nos debemos también, en cuerpo y alma, los hijos de Ignacio Agramonte, de Julio Sanguilí, de Amalia Simoni y de tantos otros que sacrificaron sueños personales a favor de la libertad y el bienestar común.
En este 2016, los floridanos estamos convocados a seguir cumpliendo con el deber de se fieles y servir a la Revolución. Para lograrlo hacen falta una zafra eficiente desde el surco hasta el ingenio; sembrar, cosechar, producir y acopiar más alimentos.
Debemos también reeditar el cumplimento del plan de entrega de leche vacuna; organizar el comercio; completar las inversiones propuestas con la mayor calidad posible, controlar y optimizar los recursos en cada esfera, con el máximo de productividad y constancia.
Nuestro Sistema de Salud, Educación, Trabajo, gobierno de las masas, Seguridad y Asistencia Social se mantendrán aquí como las mayores conquistas humanas desde Urabo hasta Playa Florida, desde La Vallita hasta Ortigal, de Norte a Sur y de Este a Oeste, “Con todos y para el bien de todos”.
Avanzaremos hacia el 58 aniversario de la Revolución convencidos de que nada ni nadie podrá destruir esta hermosa obra que defiende la vida de cada niño, multiplica y garantiza oportunidades a los jóvenes, abre espacio a la mujer, forma y ofrece médicos para enfrentar epidemias mortíferas como el Ébola en África, y carga con el orgullo de saber que millones de hombres y mujeres del planeta admiran su apego a la verdad y la razón.
Desde Florida y para el mundo, en esta nueva hora de júbilo, de victorias y esperanza: ¡VIVA CUBA LIBRE!