
Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz. Foto: Rodolfo Blanco Cué (ACN)
Camagüey, 18 may.- No por decreto ni por imposición, sino persuadidos de su influencia en la formación integral como futuros profesionales, cada vez son más los estudiantes de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz que se vinculan de manera directa a tareas de impacto económico y social del territorio.
Santiago Lajes Choy, rector de la casa de altos estudios, explica que de esa participación se benefician no solo las comunidades y las entidades, sino también los propios alumnos, pues esa imprescindible interacción los hace personas más sensibles ante los problemas y necesidades de la sociedad.
Es el caso del ejemplo que ofrecen los integrantes del contingente Leonela Relys Díaz, quienes en cifra cercana a los 200 imparten docencia en secundarias básicas y preuniversitarios de la ciudad cabecera provincial para suplir el déficit de maestros en ambos tipos de enseñanzas.
Al exponer sus vivencias en el centro mixto Victoria de Girón, Ramón Fernández Esquivel considera que ha sido una buena experiencia poder compartir con los adolescentes, conocer sus inquietudes, anhelos y carencias, motivarlos en el aprendizaje y participar de alguna manera en su formación.
“No tenemos todas las habilidades para la impartición de las clases, pero sí el compromiso con esos muchachos. Hubo momentos en que sacrifiqué hasta mi propia preparación, pues sentía el deber de participar en la solución del problema”, asegura el estudiante universitario, quien enseña Historia Contemporánea.
Por otros derroteros andan igualmente los futuros médicos veterinarios, quienes han contribuido, tanto a la capacitación de los operarios de los 170 centros de enfriamiento de leche de la provincia, como a la formación vocacional de los alumnos del Instituto Politécnico Agropecuario Mártires de Pino Tres.
Ya en cuarto año de la carrera, Daimarelis del Risco Betancourt opina que los directivos empresariales de la ganadería pueden apoyarse mucho más en el conocimiento de los jóvenes universitarios para mejorar indicadores de eficiencia, como la reproducción animal y la reducción de las muertes vacunas.
Esa colaboración conjunta ha dado sus frutos en el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, mientras se valora de manera favorable la creciente participación de los estudiantes en proyectos socioculturales en las comunidades y en las comprobaciones nacionales al control interno de las entidades.