Cuba no se rinde ni se rendirá jamás

Florida, 1ro ene. – Este Primero de Enero la Revolución cubana cumple 59 años de labor humanista, fructífera y victoriosa, y viste sus mejores galas para dar la bienvenida, en el 2018, al aniversario 60 del triunfo de los humildes sobre la miseria, el odio y la ambición de los poderosos de siempre, encabezados por el imperialismo yanqui.

Para Fidel, su guía indiscutible, su ejemplo extraordinario y su compromiso imperecedero con la dignidad y la soberanía de la Patria y de todos los pueblos del mundo es nuestro primer pensamiento en esta hora de reflexión, de fiesta y congratulación por los resultados del periodo, de cara a los nuevos retos que enfrentaremos en el futuro inmediato.

Al eterno Comandante en Jefe le dedicó Florida cada una de tareas, triunfos y resultados conseguidos a lo largo del año que finaliza.

Entre las de mayor impacto resaltaron el cumplimiento del plan de producción de azúcar refino en el central Ignacio Agramonte, el millón de litros de leche enviados a la industria por los campesinos de la cooperativa de créditos y servicios Romárico Cordero, la tasa de cero mortalidad infantil y materna en el 2017, y el resto de los indicadores positivos en el campo de la salud, la agricultura, la educación, el deporte y la cultura, entre otros de gran trascendencia económica, política y social.

Fueron asimismo la convocatoria imperecedera de Fidel, junto a la convicción profunda planteada por Raúl de que «Sí se puede», las que impulsaron aquí el avance de la recuperación luego del paso del huracán Irma, fenómeno natural que provocó daños millonarios a la agricultura, y destruyo techos y viviendas en todos los asentamientos del municipio, con mayor impacto en la comunidad costera de Playa Florida.

La unidad forjada en el pueblo bajo la conducción del Partido Comunista de Cuba y del Gobierno soberano como herencia fidelista se mostró nuevamente, con la fortaleza acostumbrada y necesaria, en la primera etapa del proceso de elecciones generales que tuvo lugar en todo el país, y en la cual este municipio superó el 93 % de asistencia a las urnas, cifra superior a la media nacional.

La reciente constitución de la Asamblea Municipal del Poder Popular para el decimoséptimo periodo ordinario de mantos fue el eslabón con que cerró un año de profunda participación popular en el encargo de gobierno del territorio.

Esa instancia asume aquí, como primer desafío, la responsabilidad suprema de conducir el desempeño socioeconómico de los floridanos en el 2018, periodo en el cual arribaremos al 60 aniversario del triunfo de la Revolución y celebraremos juntos la sede del acto provincial por el 26 de julio.

Numerosas y posibles de alcanzar, serán las tareas para dar la mejor de las bienvenidas a tamaños méritos; la primera de ellas: el cumplimiento eficaz del plan de producción de azúcar de zafra azucarera.

Se suman también la demanda de avanzar de manera exitosa en el programa de recuperación y fabricación de viviendas, la búsqueda de mayores volúmenes de siembra, producción, acopio y venta de alimentos al pueblo, la reparación y construcción de obras previstas en los planes de todos los sectores, y el impulso de aquellas que se incorporan como parte de las actividades por la celebración rojinegra.
En los meses venideros resultará inaplazable de igual forma elevar el aporte colectivo al presupuesto del Estado, multiplicar el control y la eficiencia en todos los procesos, fortalecer la disciplina y la organización del trabajo por cuenta propia, y sobre todo enfrentar y derrotar las manifestaciones de indisciplina, corrupción e ilegalidades que ponen en peligro la tranquilidad social y el bienestar de nuestra población.

El cuidado de la higiene medioambiental, la incorporación activa en el combate ideológico, y la defensa de la historia en cualquier espacio engrosan el encargo de los floridanos para la venidera etapa.

«El trabajo es de todos, y el compromiso es y será siempre con todos». Así lo ratificó José Martí en el instante supremo de organizar la Guerra con la cual recuperó la bandera de las batallas por la independencia de la patria en el siglo 18.

Así debemos de ejercitar nuestro espíritu en momentos de peligros y amenazas, cuando el imperialismo yanqui exacerba su cruzada contra la izquierda y los movimientos progresistas del continente y cuando el nuevo gobierno de la Casa Blanca frena el restablecimiento de relaciones con Cuba y recrudece su bloqueo económico, comercial y financiero contra una república que resiste el acoso, no se rinde ni se rendirá jamás.

¡Patria o muerte! ¡Socialismo o Muerte! ¡Viva Fidel! ¡Gloria eterna a los héroes y mártires caídos en defensa de la libertad y la integridad de esta tierra rebelde, hospitalaria, internacionalista, fidelista y solidaria! ¡Unidad indisoluble entre los pinos viejos y los nuevos retoños que alzan en su frente la estrella solitaria que ilumina y mata son mucho más que frases de conclusión y respeto: son convicciones ineludibles para este pueblo heroico!
¡Esa es, y será por siempre nuestra voluntad suprema. La espada. El escudo que forjó y nos traspasó Fidel para que defendamos, con unidad indisoluble, el único sistema capaz de respetar, enaltecer y encumbrar los derechos del hombre: el socialismo humano, próspero y sostenible que construimos con todos y para el bien de todos!

¡Los Mangos gloriosos de Baraguá, el altar sagrado de Carlos Manuel de Céspedes, la fértil sepultura de la madre de los Maceo y la piedra fecunda de Fidel, junto a la tumba sagrada de José Martí, son y serán testigo eterno de nuestro juramento!
¡Hasta la victoria siempre!