“Se necesita ahora más que nunca, templos de amor y humanidad que desaten todo lo que hay en el hombre de generoso y sujeten todo lo que hay en él, de crudo y vil.” Así expresó José Martí, y es precisamente a través del amor, la paciencia y la consagración que los educadores lograrán formar y convertir a las nuevas generaciones en hombres de bien, útiles a la sociedad.
Del tema trata el siguiente reporteje de la periodista Marisol León Álvarez.