La Habana, 21 sep.- Bakú.— Vestida siempre con el judoguis azul, la cubana Melisa Hurtado (48 kg) mostró la esencia de la escuela cubana de judo: valentía, disposición e inteligencia. Pero ni así pudo vencer a la mongola Urantsetseg Munkhbat en octavos de final, por lo cual terminó entre las 16 primeras del campeonato mundial de judo, que tuvo este jueves su primera jornada competitiva, en la cual la ucraniana Daria Bilodid se convirtió en la campeona mundial más joven de la historia de este deporte.
En la Sala Deportiva Nacional de Gimnástica, la capitalina fue la única representante de Cuba —no teníamos concursantes en los 60 kilogramos— y a pesar de imitar el mismo resultado que alcanzó hace 12 meses en la cita del orbe de Budapest se notó un crecimiento técnico y menos desesperación en sus ataques, resaltado por el jefe del colectivo técnico de la selección femenina, Félix Portuondo al solicitarle una valoración de su faena.
“Sentí que se podía, pero me sorprendió. Estoy contenta porque salí a darlo todo y perdí con la primera del ranking”, dijo Melisa en la zona mixta segundos después de verse superada por Munkhbat, primera del ranking del orbe y que ya supo lo que es un podio a este nivel con el título del 2013 y la plata del pasado año.
La antillana, bronce universal junior en el 2017, salió dispuesta a cambiar su historia en estas lides (el pasado año también cedió en la tercera ronda), solo que el obstáculo a vencer la superaba no solo en estatura y edad, sino también en técnica, fogueo competitivo y táctica.
Tras un wazari vencidos los dos primeros minutos, la asiática consumó su éxito con otra similar proyección en el último minuto de combate. Como detalle curioso, Melisa nunca había competido con ella, en tanto la mongola sí tenía tres victorias y un solo revés ante dos estelares cubanas de ese peso años atrás: María Celia Laborde y Dayaris Mestre.
“No es invencible ni mucho menos. Reconozco que me faltó experiencia, pero si quiero llegar adonde aspiro estos golpes, estas derrotas, enseñan. Ahora me voy a concentrar en el campeonato mundial juvenil de Bahamas que tengo en las próximas semanas”, dijo la capitalina.
Hurtado debutó en la capital azerí con un primer combate algo enredado, pues a pesar de llevar todo el tiempo la iniciativa frente a la estadounidense Katelyn Jarrel no pudo evitar que la norteña le marcara un wazari en el tercer minuto de pelea. Sin embargo, no perdió la concentración e igualó la pizarra 25 segundos más tarde, con una acción continuada que terminó con excelente trabajo en newaza, válido para inmovilizar a su rival y llevarse el triunfo.
Su segunda salida al tatami resultó, como se presagiaba, más fácil que la primera, ante una inexperta de 19 años marroquí, Chaimae Eddinari, superada fácilmente por ippón en el segundo minuto de pelea, lo cual le permitió reservar energías para lo que sería su enfrentamiento más difícil del mundial y quizás de su joven carrera.
“Los entrenadores hablaron conmigo y estudiamos su estilo de combate, pero me faltó experiencia para enfrentarla”, reconoció Melisa, al tiempo que le restó importancia al hecho de que tuviera que competir los tres combates sin nadie que la guiara desde la esquina, pues al tener el judoguis más corto de lo establecido la Federación Internacional de Judo sanciona a la atleta no solo con otro kimono para utilizar, sino también con la ausencia de su respectivo entrenador a la hora de pelear.
“No pude yo, pero mis compañeras y el equipo masculino darán medallas a Cuba en este mundial. De eso estamos convencidos todos”, concluyó su breve charla con la prensa la también subcampeona de los recientes Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018.
Para este viernes, Cuba apuesta sus esperanzas a Osniel Solís (66 kg), quien quedó bye en la primera ronda para luego chocar con el iraquí Mohammed Alsaedi, en una llave de mucha calidad, pues aparece el primer lugar del ranking del orbe en la actualidad, el israelita Tal Flicker, bronce mundial del 2017.
Al cierre aún se disputaban las medallas en 48 y 60 kilogramos, en la Sala Deportiva Nacional de Gimnástica de esta ciudad.
Quizás lo más trascendente de la jornada —y hasta del mundial— sea el triunfo de la ucraniana
Daria Bilodid, que con 17 años y 345 días se convirtió en la judoca más joven en ganar una dorada a este nivel, superando el récord que tenía la japonesa Ryoko Tani (18 años y 27 días).
Precisamente a una nipona, Funa Tonaki, titular defensora, la venció en la final por ippón, luego de haber derrotado en semifinal a la campeona olímpica de Río 2016, la argentina Paula Pareto. “Es increíble, es un regalo de cumpleaños”, fue la primera expresión que le salió en la conferencia de prensa a Bilodid, que celebrará su onomástico el próximo 10 de octubre.
Entre los hombre de 60 kilos, el japonés Naohisa Takato revalidó su cetro y llegó a tres en campeonatos mundiales (2013, 2017 y 2018), aunque lo más llamativo en esa categoría corrió a cargo del local Karamat Huseynov, al propinarle ippón clásico al campeón olímpico de Río 2016, el ruso Beslan Mudranov.
Podio de premiación (20 septiembre)
48 kilogramos
1. Daria Bilodid (UKR)
2. Funa Tonaki (JPN)
3. Otgontsetseg Galbadrakh (KAZ)
3. Paula Pareto (ARG)
60 kilogramos
1. Naohisa Takato (JPN)
2. Robert Mshvidobadze (RUS)
3. Ryuyu Nagayama (JPN)
3. Amiran PapinashvilI (GEO)
(CubaDebate)