La Habana, 28 ene.- Cuando el 28 de enero de 1853 nació José Martí, llegaba al mundo el hombre capaz, no solo de identificar con claridad meridiana las tareas históricas que debía atender la lucha por la liberación en Cuba a finales del siglo XIX, sino también de organizar y enrumbar la Revolución. Pero para el ideólogo, no podía vertebrarse proceso revolucionario alguno en los marcos coloniales sin la guerra, y esta era imposible sin unidad, al menos si se quería alcanzar la victoria. Sigue leyendo