Florida, 12 nov.- Son las 2.30 de la madrugada y uno de los centros de salud más importantes del municipio de Florida mantiene sus puertas abiertas de par en par, en un flujo silencioso de pacientes y acompañantes que llegan en el horario señalado, permanecen allí durante más de tres horas, y luego retornan al hogar con mayor o menor dolor en su cuerpo y tranquilidad en la mirada.
Es tarde en la madrugada sí, pero la institución referida jamás ha detenido la prestación de un servicio vital que le cuesta al país cada año, y sólo en este municipio de Florida, cerca de cuatro millones de pesos para mantenerlo.
Muchos de quienes llegan hasta él, afectados por una Insuficiencia Renal Crónica irreversible no conocen, y muchas veces ni se interesan por ese importante dato, porque saben que el Gobierno Revolucionario cubano y su sistema de Salud Pública gratuita, universal y sin distinción alguna, reúnen centavo a centavo para garantizarles la mayor calidad de vida posible.
Esto ocurre en un archipiélago pequeño y solidario que se resiste a doblegarse frente al bloqueo criminal y genocida de un gobierno poderoso y hostil que causa dolor y sufrimiento a nuestro pueblo, pero que jamás ha vencido al humanismo que se reparte aquí de manera igualitaria.
Son las 5.30 de la mañana y los riñones artificiales de la Sala de Hemodiálisis del hospital pediátrico Leopoldo Rey Sampayo de Florida se mantienen activos desde hace 24 horas, y no se detendrán un sólo instante porque tanto ellos como las decenas de enfermeros, médicos y empleados del lugar, conocen cuánto significan para los 39 pacientes que acogen y sobreviven gracias a la existencia de esta unidad de asistencia médica.
Pasaran las horas y se mantendrán allí la entrada y salida constante de una flotilla de taxis que llevan y regresan a los enfermos renales desde la puerta de sus casas hasta la entrada misma de la Sala de Hemodiálisis floridana y viceversa, con el máximo de paciencia y comprensión posible por parte de unos choferes que tampoco duermen ni descansan en su imprescindible labor diaria, en medio de carencias de combustibles y piezas de repuesto.
«Ser tratado y tratar a los demás como seres humanos» es una de las convicciones inscritas por Fidel en su concepto de Revolución, y tal principio se inscribe sin duda, con letras mayúsculas e invisibles en el desempeño del sistema de Salud Publica cubano, y sobre todo, en cada espacio y prestación del servicio de hemodiálisis abierto en el hospital pediátrico de Florida desde hace varios años.
Esta otra de las razones para resistir y respaldar el “Patria o muerte» que nos heredó. (Pedro Pablo Sáez/Radio Florida)