La Habana, 28 mar.- Ana Fidelia Quirot no sólo es grande como atleta, es inmensa de alma. La gran figura mundial de los 400 y 800 metros planos a fines de los ´80 y mediados de los ´90 hace su aporte desde casa en la batalla cubana contra la pandemia de la COVID-19.
“Me siento feliz de poder aportar a la prevención de esta terrible pandemia con los nasobucos hechos por mí. Y no pararé hasta que esto termine”, ha sido parte del mensaje que acompaña dos fotos publicadas en Facebook por la célebre deportista.
(CubaDebate)