Florida, 16 oct.- Entre las instituciones y grupos que refuerzan sus misiones de prevención y combate contra la COVID-19 en la etapa de la nueva normalidad, iniciada en casi todo el país luego de alcanzar una estabilidad relativa en el comportamiento de la pandemia, destaca el Grupo Básico de Trabajo, integrado por el Médico y la Enfermera de la familia que operan en cada uno de los barrios y comunidades del municipio de Florida.
A ellos corresponde un papel determinante en las acciones definidas para el nivel primario de salud, ese que por estar más cerca de la gente, de sus costumbres y relaciones humanas, y de las enfermedades que le aquejan, ya sean crónicas o transitorias, concentra en sus manos la capacidad de promover, impulsar, recomendar y multiplicar conductas y actitudes preventivas para evitar la presencia y el contagio con la peligrosa enfermedad.
Nadie mejor entonces que ese pequeño destacamento de batas blancas para consolidar y conducir la pesquisa activa contra el nuevo coronavirus casa a casa en el universo poblacional bajo su amparo, con la ayuda de activistas de las organizaciones de masas y otros actores comunitarios, en busca de síntomas y signos particulares que revelen la posible presencia de la COVID-19.
Al médico y la enfermera de la familia corresponde asimismo, en este periodo en marcha, la identificación rápida y el control de los viajeros que llegan a su demarcación obligados a reportarse durante un lapso de tiempo determinado para fiscalizar su estado de salud, y le toca también actuar desde el consultorio en la vigilancia sanitaria y epidemiológica de las personas declaradas como sospechosas de contagio y de otras que fueran contactos directos o indirectos que permanecerán en sus viviendas mientras no se decida lo contrario por las autoridades del sistema de Salud Pública.
La influencia social y el prestigio conquistado por este componente insustituible del Sistema de Atención Médica cubana se convierte hoy en la principal fortaleza de la batalla contra la pandemia de la COVID-19, frente a la cual se deben potenciar, de forma exitosa, tanto la responsabilidad individual de las personas como la experiencia acumulada por el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia en más de 35 años de servicio a la comunidad. (Pedro Pablo Sáez/Radio Florida)