La Habana, 21 ene.- Durante varios meses Guantánamo mantuvo un estricto control en el enfrentamiento a la COVID-19, reportándose unos 39 casos positivos a la enfermedad, la mayoría de ellos importados.
La mínima presencia del Sars-Cov-2 llevó a la provincia a pasar de forma directa a la etapa de Nueva Normalidad, en la que muchos olvidaron que se debía vivir cumpliéndose determinadas medidas epidemiológicas establecidas en el código de vida, determinado para la convivencia con el nuevo coronavirus.
La disminución de la percepción de riesgo en la población, unido al incremento de las indisciplinas sociales, el aumento en el número de viajeros nacionales y foráneos llegados a Guantánamo y la violación de protocolos sanitarios hicieron que en diciembre la situación comenzara a cambiar. Y lamentablemente cambió.
En la tercera semana estadística de enero la más oriental provincia de Cuba exhibe la mayor tasa de incidencia del país.
Antes esta compleja problemática epidemiológica en el control y enfrentamiento a la COVID-19, un equipo de especialistas del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), trabaja junto a los guantanameros en revertir esta situación.
Al frente de la comisión ministerial se encuentra el doctor Pablo Feal Cañizares, director de la Unidad de promoción de salud y prevención de enfermedades del MINSAP, quien ofreció declaraciones del momento que se vive en Guantánamo y la labor en el enfrentamiento a esta pandemia.
“Primero decir –puntualiza el doctor Feal Cañizares- estamos recogiendo la cosecha de lo que sembramos en los últimos días de diciembre e iniciales de enero, con las actividades propias de estas jornadas, es el resultado de lo que no hicimos bien en el control de los viajeros y de las indisciplinas sociales de quienes no respetaron el aislamiento tan reiteradamente señalado”.
Inquirido sobre el número de casos que aumenta considerablemente cada día, el especialista consideró que en ello también influye la realización de más muestras que nunca que posibilitan a su vez mayor detección de casos, y por consiguiente “medidas reforzadas, para que en las próximas semanas, haciendo las cosas bien, se reduzcan los índices de contagio, con más control de la enfermedad.
“Estas medidas involucran a todos, y de no hacerse bien, provocarían la extensión de la transmisión al resto de la provincia y estaremos meses para controlar la situación. Lo que no hagamos bien ahora puede complicar aún mucho más el devenir.
“Lo otro es el plan nacional para la prevención y control de la COVID-19, y lo que toca hacer a cada organismo, centro estudiantil o laboral”.
Hay medidas que llegaron para quedarse, concordó con la prensa y enfatizó que “son válidas para todas las etapas: desinfección de superficies, lavado frecuente de las manos, uso correcto del nasobuco, distanciamiento físico, no ir a trabajar o a la escuela con síntomas respiratorios, y en cada centro laboral, en cada familia debe cumplirse con eso”.
Al hacer un análisis del brote de la pandemia en Guantánamo el especialista señaló “tener como elemento claro dónde aparecen los casos, y como en Guantánamo impresiona el número de autóctonos, lo que habla de una transmisión local de la enfermedad”.
“La mayoría de los pacientes son guantanameros que adquieren el virus sin viajar a ningún lugar, lo que nos dice que es una transmisión autóctona, a partir de casos importados.
“Viajeros que llegaron y multiplicaron el virus, contagiando a muchas personas, por eso, cuando se controle esta situación, hay que lograr que el visitante que llegue no salga de su hogar en los días requeridos para que no genere casos secundarios, y en eso juega un papel fundamental la responsabilidad personal y familiar, y junto a ella la realización de las pesquisas activas tanto en las comunidades, por los equipos básicos de salud, como las pesquisas institucionales.
Al término de sus declaraciones el doctor Pablo Feal Cañizares es enfático al señalar que “la actual situación epidemiológica de Guantánamo es complicada, pero puede y tiene que ser controlada con la participación de todos”.
(CubaDebate)