Abril 2021.- «Bajan del bote. Llueve grueso al arrancar. Rumbamos mal. Ideas diversas y revueltas en el bote. Más chubascos. El timón se pierde. Fijamos rumbo. Llevo el remo de proa. Salas rema seguido. Paquito Borrero y el General ayudan de popa. Nos ceñimos los revólveres. La luna asoma, roja, bajo una nube. Arribamos a una playa de piedras, la playita al pie del Cajobabo, me quedo en el bote el último vaciándolo. Salto. Dicha grande”.
Así reflejó José Martí en su diario los instantes sublimes de arribar a la patria querida y de nuevo en armas, en la guerra necesaria que él ayudara a gestar, sin discrepancias ni contradicciones, el 11 de abril de 1895, junto a Máximo Gómez Ángel Guerra, Francisco Borrero (Paquito), César Salas y Marcos del Rosario, hombres que compartían la convicción de Martí quien dejo plasmado en su diario: «Ya arde la sangre. Ahora hay que dar respeto y sentido humano y amable al sacrificio”.
Con su llegada de José Martí y Máximo Gómez a ese intrincado paraje de la geografía de la provincia de Guantánamo, ya se encontraban en Cuba los tres grandes de la Guerra Necesaria, pues Antonio Maceo había arribado a la Isla el día 1º de abril. Martha Martínez Duliet / Radio Florida