Florida, 30 ene.- El Proyecto de Código de las Familias que saldrá a debate popular a partir del primero de febrero constituye la mejor oportunidad para reconocer, ampliar, fortalecer e implementar derechos y deberes de aquellos que integran la célula fundamental de la sociedad, o lo que igual, derechos y deberes de todos los que convivimos en este país, desde el niño más pequeño hasta el abuelo de mayor edad.
Como han referido los especialistas y se ha reiterado en diferentes ocasiones y escenarios de intercambio sobre su contenido, la nueva norma no limita ni restringe el disfrute de los presupuestos aprobados en leyes anteriores y otros reconocidos en la constitución, por el contrario, apuesta por una mayor justicia, aceptación, inclusión y coherencia en el disfrute del amor filial, el cumplimiento de responsabilidades, la unión familiar, la solidaridad y el respeto entre sus miembros.
Cuántas veces hemos escuchado, conocido o protagonizado historias de padres y abuelos separados de los hijos y de los nietos por capricho y veleidades de un divorcio con dosis de rencor por cualquiera de las partes?; ¿cuántas veces rabiamos al saber de personas adultas o en situación de discapacidad abandonadas por parientes que, al morir el afectado, reaparecen clamando derechos frente a aquellos que, incluso hasta sin tener lazos de sangre, cuidaron durante años del enfermo y lo apoyaron desde todos los puntos de vista?
Duele también cuando un hijo concebido fuera del matrimonio pague el precio del aislamiento de los hermanos y hasta el despojo de apellidos y herencias, algo que lastra su existencia en todo su ciclo vital.
Cada una de estas falencias, y otras debilidades que deben cambiarse o remediarse para multiplicar la felicidad y el bienestar del ser humano en sus vínculos filiales y parentales encuentran remedio y captan la atención de ese Nuevo Código de las Familias que estará en debate popular durante los próximos meses y al que sin duda daremos nuestra aprobación, más adelante, en el referendo concebido para ello.
El pueblo cubano, y por extensión los floridanos, contamos con la suficiente sensibilidad y cultura política para reconocer las ventajas de la novedosa propuesta.
Entonces busque el texto, analícelo y pregunte cuanto sea necesario en el venidero análisis, consciente de que la norma que se propone busca salvaguardar el valor de la familia y su bienestar con todos y para el bien de todos. (Pedro Pablo Sáez/Radio Florida)